Conoció a la mujer
de hermosa sonrisa una tarde de octubre, mes que le dejaría en el alma miles de
buenos y malos recuerdos.
Era el mes en el
que sueños cumplidos harían parte de su existencia, pero algunos de ellos se
transformarían luego en pesadillas, que noche a noche derivaban en permanentes
insomnios.
Cuando la vio esa
tarde en aquella ciudad ajena, llegó a su mente la imagen del retrato que veía
a diario. Era la misma sonrisa y era el mismo rostro que observaba con pasión.
Bastaba con cerrar los ojos para repetir en la mente su voz e imaginarla.
Por razones de un
destino hoy convertido en pasado sin futuro, ahí estaban frente a frente. Se
saludaron con un beso en la mejilla y emprendieron la búsqueda de un lugar en
el cual pudieran compartir unos cuantos minutos.
Caminaron
rápidamente por calles y avenidas. El tiempo era tan breve que intentaron
ahorrar cada segundo. Ya en el restaurante, las palabras fluían con la misma
rapidez. Hablaron sobre sus vidas, de sus alegrías y sus tristezas.
Ella preguntaba con
insistencia la hora. El entendió y de nuevo emprendieron su raudo recorrido por
calles y avenidas. Llegó el momento de la despedida, la mujer desapareció entre
la multitud.
Así como la tarde
en que se conocieron todo fue vertiginoso, su corazón latía rápidamente cada
vez que la leía o la escuchaba.
Y aunque no hubo un
hasta pronto, unos cuantos meses después se volvieron a encontrar. Esa tarde de
un día del tercer mes del año, él quiso darle un abrazo, ella le dio un beso.
Fue un hermoso momento de confusión.
En aquel café, se
sentó frente a ella. Volvieron a
conversar sobre los más recientes acontecimientos en sus vidas. Su sonrisa era
la misma del primer encuentro, la misma de la fotografía, la misma que lo
enamoró. Una hora después, hubo un hasta pronto que jamás fue.
El mismo destino
que les permitió conocerse, se encargó de convertir el sueño, hecho realidad, en
apenas un recuerdo. La mujer de hermosa sonrisa ya no está y él guarda hoy luto
por la persona viva.
Gracias por tus letras. Animan el corazón...;)
ResponderEliminarGracias por tus letras. Animan el corazón...;)
ResponderEliminarGracias Yvette Torres por tus palabras. Un honor. Abrazo.
Eliminar